“El huevo y la gallina es una metáfora. Lo que intentamos explicar con esta paradoja es que… ¡no importa cuál es el origen de las ideas!”, lo importante es cómo llegamos a ellas.

La paradoja fue propuesta ya por pensadores en la antigua Grecia.

¿Cuál es la causa y cuál el efecto? ¿Cuál es la fórmula mágica de la inspiración? ¿Dónde viven las musas de la creatividad? ¿En qué momento podemos gritar EUREKA!!!? ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? Eso ya no importa, lo importante es que después vino el HUEVOFRITO.

Tanto el huevo como la gallina son necesarios pero no tiene que ser los primeros en la lista de ingredientes de una buena idea. Lo más importante de una buena idea está oculto en su receta, lo que a nosotros realmente nos cautiva, son los procesos.

La vida está llena de procesos complejos como freír un huevo y nosotros sabemos como hacerlo.